Tras un año de búsqueda, localizan una comunidad indígena de 17 familias yanomamis cercanos a la frontera entre Brasil y Venezuela.
Publicidad:Los intentos por situar a la etnia habían fracasado y se temía lo peor, que había entrado en contacto con lo que parece ser su peor enemigo; la minería ilegal.
Los yanomamis viven cercano a un territorio en el que hay una fuerte actividad de minería ilegal, que contamina los ríos, acaba con los animales y crea confrontaciones con los indígenas. Además, los mineros traen enfermedades, como la malaria y gripes, que según los expertos pueden hacer desaparecer a una comunidad entera.
Publicidad:En Brasil hay tres comunidades yanomamis que no tienen contacto con el mundo exterior. Lo único que han visto es el pasar de aviones sobrevolando sus asentamientos, puesto a que las autoridades brasileñas y grupos conservacionistas realizan vuelos esporádicos por la zona para asegurarse de que se mantengan preservadas en su hábitat.
Pese a que estos yanomamis aislados no parecen tener ningún interés por entrar en contacto con otras formas de vida humana, los conservacionistas aseguran que si los yanomamis entran en contacto con los mineros, sería una catástrofe.